No existe momento en el que produzca mayor vértigo el hecho de buscar un empleo que ese instante en el que abandonas la universidad con gran incertidumbre, expectativas y a la vez, miedo. Miedo de no poder desarrollarte a nivel laboral, en el sector en el que te has especializado.
Afortunadamente, dicha incertidumbre no es más que un periodo de prueba a nivel anímico y vital que te servirá para fortalecerte a lo largo de la vida. Conviene matizar también, que hoy día algunos de los jóvenes universitarios tienen pánico a terminar su carrera porque la crisis económica no es el mejor trampolín para el optimismo. Especialmente, cuando hablamos de carreras que supuestamente, tienen menos opciones de empleo, como por ejemplo, la filosofía, la historia, la pedagogía… En definitiva, las licenciaturas de letras.
Un licenciado debe aprovechar su último año de carrera para informarse. Por ello, nada mejor que solicitar información en la propia bolsa de empleo que tiene cada universidad. Es muy positivo acudir al servicio de orientación laboral donde podrán asesorarte, resolver todas tus dudas, explicarte las diferentes opciones que tienes a nivel laboral. Por ejemplo, un licenciado puede continuar trabajando en la universidad como doctorando en caso de que consiga una beca para realizar su tesis.
Para realizar la tesis es necesario estar totalmente convencido y ser consciente del trabajo y el esfuerzo que supone. Por otra parte, también puedes solicitar prácticas en una empresa. Las prácticas en empresa suelen ser la primera oportunidad laboral de muchos jóvenes. Y la verdad es que se trata de una opción que merece la pena porque más allá de que el nivel de ingresos no sea elevado, lo cierto es que las becas van mejorando y también así puedes coger experiencia práctica a nivel profesional.
Otra opción posible es la de preparar una oposición. Un reto difícil a corto plazo, pero alcanzable en el futuro si te preparas y te esfuerzas por lograr tu objetivo.
Imagen: INetGiant
[…] Fuente: buscartrabajo.com […]