Trabajar en la universidad es el sueño de muchos profesionales que se dedican al ámbito de la docencia y de la investigación. La realidad es que trabajar en la universidad es un regalo en tanto que tienes la capacidad de desarrollarte en un ambiente humano.
Pero también debes tener en cuenta que la competencia es muy alta. Algo que ya puede comprobar cualquier doctorando cuando solicita una beca para realizar una tesis. De hecho, conviene que cualquier alumno de licenciatura piense bien si le gustaría o no realizar el doctorado, precisamente, para esforzarse por obtener las mejores notas ya que el expediente académico es uno de los puntos que más se valoran en la concesión de una beca.
Para dar clases en la universidad es necesario ser doctor. Un periodo en el que además, el investigador también puede hacerse a la idea de lo que implica estar en una universidad, de la soledad con la que a veces convive cualquier profesor, y del esfuerzo intelectual que es necesario invertir día tras día. De hecho, una de las cosas que definen a los profesores de universidad es que deben compatibilizar la docencia con la investigación y la publicación de artículos en revistas.
Para trabajar en una universidad, seguramente, debes mostrarte receptivo a la movilidad geográfica. Es decir, debes valorar si te gustaría desplazarte a otra ciudad para poder ejercer. Del mismo modo, también tienes que tener en cuenta que en caso de que quieras trabajar en el ámbito público deberás realizar una oposición. Del mismo modo, conviene destacar la excelente labor que realizan los profesores de la UNED.
La realidad es que cualquier doctorando debe pensar que su única salida profesional no es el trabajo en la universidad y debe valorar otras posibles opciones como el ámbito de la empresa, o trabajar en un instituto. El trabajo en universidad te permite además tener una amplia red de contactos profesionales.
Imagen: Blog Estudiar Fuera