El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha suprimido una de las medidas de la reforma laboral aprobada en las ultimas semanas.
El ejecutivo ha propuesto a sindicatos y patronal la eliminación de la subvención de ocho días de indemnización en los despidos improcedentes que debía correr a cargo del Fondo de Garantía Salarial.
Así, el FOGASA evita abonar ocho de los cuarenta y cinco días por despido improcedente en los contratos indefinidos ordinarios, y ocho de los treinta y tres en los de fomento del empleo ordinario.
Lo que no cambia es la subvención a las empresas de ocho de los veinte días indemnizados en caso de despido procedente.
El Gobierno en un principio cuenta con que esta ultima idea se mantenga hasta el final de 2013, y que estos cambios de ultima hora se apliquen mediante una enmienda a las leyes que están actualmente en el Parlamento.
La medida, que fue presentada a los agentes sociales por la Secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, originó la protesta de la CEOE que dará una respuesta publica al Gobierno incluso antes de un estudio sosegado de la situación, ya que considera que “el Gobierno se ha cargado el abaratamiento del despido para las empresas que ha estado vendiendo a Bruselas“.
Resulta sorprendente y causa perplejidad que en un breve plazo de tiempo el Gobierno modifique las medidas de su propia reforma laboral, enterrando así el modelo austriaco de capitalización del despido y eliminando la rebaja en el coste del despido para las empresas.
El Gobierno alega que no podía hacerse frente al coste de esa medida, al costar 7.400 millones de euros y hubiera obligado a subir las cotizaciones empresariales.
Por su parte, UGT afirma que la propuesta es “una restitución parcial respecto a la reforma laboral, ya que los sindicatos rechazábamos que se subsidiase el despido, y menos el improcedente”.