600.000 parados, un 12% de los totales, carecen de formación. Estas personas formaban parte de los sectores relacionados con la construcción y auxiliares que durante estos cuatro años de crisis se han derrumbado. En su mayoría son jóvenes que abandonaron sus estudios por un trabajo bien pagado y que ante el estallido de la burbuja han visto sus sueños truncados.
El Ministerio de Trabajo busca reinsertarlos en el mercado laboral pasando previamente por un periodo de formación intensivo, que a medio plazo, les permita acceder a un empleo.
Al principio, el Ministerio pensó en algún tipo de aliciente económico que incentivara a estos jóvenes en la realización de cursos de formación, pero la crisis, y los escasos recursos económicos existentes han hecho cambiar esta idea modificándola por cursos de corta duración que garanticen posteriormente un trabajo, reduciendo así las listas del paro y la escandalosa cifra de desempleo juvenil.
Valeriano Gómez, ministro del ramo, está analizando con su equipo de colaboradores la manera más apropiada para que estos recursos resulten interesantes a los jóvenes. Entre las ideas que se barajan está la realización de un curso de 400 horas anuales, ya sean intensivas o fraccionadas. Esto permitiría descontar a estas personas del numero total de desempleados ya que estarían en periodo de formación y no en búsqueda real de empleo.
Además, el Ejecutivo español está preocupado porque a la mejora del paro de estos meses no viene aparejada la inserción de estos jóvenes sin formación, creándose un colectivo de desempleados con un difícil panorama en el futuro, por lo que el Ministerio se plantea elaborar ciclos cortos o medios de formación a través de la oferta de formación ocupacional o de cursos y talleres. Para ello ya se han desarrollado conversaciones entre los agentes sociales y el Gobierno de España.
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