El proceso de búsqueda de empleo significa, en muchas ocasiones, adentrarse en el complicado mundo de las empresas consultoras de recursos humanos, los departamentos de personal de las empresas y los técnicos de selección que tendrán que analizar nuestra candidatura y sopesarla con la de los demás candidatos para tomar una decisión.
Tenemos que tener en cuenta que todos estos intermediarios que existen entre nuestro deseo de trabajar y el puesto laboral que queremos, escrutarán todas y cada una de nuestras facetas, de nuestros anteriores trabajos, de nuestra formación, ya sea reglada u ocupacional. De ahí la importancia de crearnos una imagen de acuerdo a lo que queremos que la sociedad vea en nosotros.
Una de las primeras tareas que todo técnico en recursos humanos realiza en una selección de personal es la criba de currículums en función de los criterios que la oferta demande, tema del que ya he tratado en anteriores posts.
Hoy quiero hablaros de la importancia que tiene el hecho de que nuestros perfiles en las redes sociales, en concreto Facebook, den esa sensación de seriedad y eficacia que queremos transmitir y por la que queremos ser contratados.
Tened en cuenta que si tenemos un perfil en alguna de estas redes, esos técnicos lo mirarán, observaran nuestras fotos, nuestros comentarios, nuestra Web si disponemos de una. Y si algo no les convence de todo lo estudiado, seremos uno más de los múltiples currículums descartados.
Por ello puede ser interesante disponer de un perfil más público, que coincida con nuestro nombre, que lo usemos para temas serios, en el que nuestra imagen sea consecuente con lo que vamos a aportar a la sociedad en términos profesionales. Y otro perfil, más privado, al que solo puedan tener acceso nuestros amigos y allegados, en el que, aquí si, podamos incluir fotos divertidas, comentarios espontáneos y cualquier otra cuestión que en el perfil “profesional” no corresponda.
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