Esa es la propuesta perfilada por Cayo Lara, candidato de Izquierda Unida a las presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. Para ello pretende que las administraciones publicas inviertan unos 40.000 millones de euros, con el objetivo de dejar el paro en 2015 alrededor del 8%, tal y como estaba en 2007, cuando comenzó la crisis.
El plan será una de las promesas estrella del programa de Izquierda Unida en la campaña electoral, y según palabras del propio Lara no se trata de deseos ni aspiraciones como dice el PP ni de propuestas ridículas de destinar lo recaudado con el Impuesto de Patrimonio o a la banca en políticas de empleo, como propone el PSOE.
Para Izquierda Unida el empleo es la preocupación más importante en estos momentos y por ello presentan este plan que incluso detalla como se financiaría.
Izquierda Unida considera que los 40.000 millones necesarios para el plan consumen cuatro puntos del Producto Interior Bruto, pero el déficit seria solo de dos puntos, ya que el estado recuperaría 20.000 millones por ahorro en prestaciones, un 10% de reducción en el fraude de las grandes empresas, otro 10% en reducir la economía sumergida, subir los impuestos a las entidades financieras, restaurar por completo el Impuesto del Patrimonio y reducir las bonificaciones fiscales. Y creándose más empleo, el estado recaudaría más ingresos, por el IVA ya que mejoraría el consumo, por cuotas al Sistema de la Seguridad Social y por el IRPF.
IU se basa también en la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales, compensando a las pymes y autónomos con exenciones en sus cotizaciones patronales, hasta alcanzar un total de 8.000 millones de euros.
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