El Gobierno que salió ayer de las urnas tiene ante sí mucho trabajo por hacer a la hora de afrontar problemas tan graves como el desempleo, la burbuja inmobiliaria, la reestructuración del sistema financiero, los problemas con la deuda, etc. Y a la hora de tomar decisiones sobre todo estos asuntos, debe tener claro que esas acciones tendrán como destinatario uno de los sectores más perjudicados por la crisis: la juventud española.
El 50% de los jóvenes con menos de 30 años no tiene trabajo, y los que lo tienen es de forma precaria. Sus vidas están paralizadas, sin poder hacer planes de futuro ni de vida. Un problema importante de los jóvenes es la baja formación que tienen, ya que según Eurostat, un tercio de los jóvenes españoles entre 18 y 24 años ha dejado su formación.
En toda la Unión Europea y países del entorno, solo Turquía y Malta presentan datos juveniles peores en relación a sus estudios secundarios. Este abandono de la aulas se dio por un sistema económico, basado en el ladrillo, que hacia muy interesante entrar en el mercado laboral. ya que desde que estalló la construcción en España, se han observado más matriculaciones. Los jóvenes entre 18 y 24 que solo disponen del titulo de la ESO lo van a tener complicado poder incorporarse al mercado de trabajo, resultará imposible que puedan ocupar puestos técnicos o de complejidad.
La solución pasar por crear un sistema formativo que permita alternar educación con formación remunerada en empresas. El modelo ya se ha formado en centroeuropa y su bajo desempleo juvenil hace pensar que puede resultar exitoso en nuestro país.
En cualquier caso, y se decida lo que se decida, es importante que tengamos claro necesidad de reinsertar laboralmente a todos estos jóvenes que carecen de la formación necesaria para ser competitivos, o de lo contrario, corremos el riesgo de tener una generación perdida.
[…] primer lugar, recuerda que no es lo mismo una carta que responda a una oferta de trabajo que una autocandidatura, el modo de expresión debe ser […]