El próximo gobierno que salga de las urnas este domingo tendrá como objetivo principal y casi único, la creación de empleo.
Ese empleo, que conlleva un crecimiento económico, tiene que llegar, de una manera inequívoca, a través del aumento de la actividad de nuestras empresas. La creación de estas debe ser más ágil, rápido y sencillo y se deben acometer políticas de fomento del emprendimiento.
A una política económica que tenga como uno de sus pilares fundamentales la reducción del déficit publico, exigencia que nos viene desde Bruselas, hay que sumar la necesidad de impulsar y recuperar la fuerza y el dinamismo de nuestras empresas. De ahí la necesidad de simplificar toda la burocracia necesaria para la constitución de sociedades, que solo sirven para desmotivar y poner palos en las ruedas de tantos y tantos emprendedores de nuestro país.
En cuanto a las reformas más urgentes, tenemos la educativa y la laboral, también objetivos de trabajo urgentes para el nuevo gobierno tras su toma de posesión. El modelo educativo debe apostar, además de adquirir conocimientos, por conseguir que nuestros jóvenes alcancen unas habilidades que permitan su fácil y rápido aterrizaje en el mercado laboral, su interés por emprender su propio negocio y desterrar esa idea trasnochada sobre la perversidad del empresariado.
La reforma laboral parece más que necesaria. Podemos fijarnos en modelos de relaciones laborales de otros países a los que les va bien o adoptar nuestro propio modelo entre todos los agentes implicados, pero con un compromiso común de que el objetivo final es el empleo y que cada uno de los participantes debe poner de su parte todo lo necesario para alcanzar ese compromiso. Sin olvidar el cambio de modelo productivo, que ni es fácil ni algo a corto plazo.
En relación a la crisis financiera, parece claro que la reforma que se está dando de las entidades bancarias en España permitirá que se saneen y que su dimensión sea más correcta con las características de la economía española, volviendo así a crearse un flujo de crédito que en la actualidad no se da, y eso es lo que está originando toda la crisis, por miedo a la morosidad y por la cantidad de activos tóxicos que los bancos y cajas adquirieron en la época del boom inmobiliario y que ya no saben como deshacerse de ellos.
[…] países con economías emergentes, que tienen un ritmo de crecimiento superior al 10% al año, están dejando atrás ese tópico de dedicarse únicamente a la […]