La última encuesta de población activa revela datos letales. En España el paro se sitúa el 22,8 y el desempleo juvenil ya se acerca al 49%, la cifra más alta de toda la Unión Europea. Entre los 16 y los 19 años, los jóvenes desempleados son el 69,3%, entre los 20 y los 24 años, este porcentaje queda en el 44,45% y de 25 a 29 años, el desempleo es del 28,01%. En este rango de edades que va desde los 16 a los 29 años, nuestro país cuenta con 1.623.800 parados, casi un tercio del total.
Por la gravedad del tema, la Comisión Europea va a enviar a España expertos en empleo para que desde este mes ayuden en la reducción del paro juvenil. Esta misma iniciativa se va a realizar en otros siete países cuyo desempleo entre los más jóvenes se sitúa por encima del 30%: Lituania, Eslovaquia, Letonia, Irlanda, Portugal, Italia y Grecia.
Estos expertos van a crear equipos de trabajo que, en colaboración con patronal, sindicatos y autoridades laborales de nuestro país, estudiaran la mejor manera de utilizar los 10.700 millones de fondos europeos que España tiene adjudicados hasta 2013. Desde ahora hasta mediados de abril deberán crear un plan de acción concreto, con medidas que realmente sirvan para reducir el paro juvenil.
La Comisión Europa quiere incidir sobre todo en la formación y los idiomas como elementos para mejorar la empleabilidad de nuestros jóvenes. De ese más de millón y medio de desempleados, casi 700.000 de ellos solo cuentan con la formación secundaria obligatoria, lo que deja bien claro que cuanto mayor es la formación, menor es el paro.
A esto hay que añadir que del total de nuestros jóvenes desempleados, 1.100.000 no se está formando, lo que perjudica gravemente sus posibilidades de reinserción en el mercado de trabajo. Además, la gran mayoría de ellos ya son parados de larga duración, al llevar más de un año sin trabajo.