La situación vivida en la Universidad Jaume I de Castellón podría ser la de muchas de las universidades que hay a lo largo y ancho de España. En el caso que nos ocupa hay 2.000 alumnos interesados que solo pueden aspirar a 38 ofertas de prácticas, ni siquiera estamos hablando de empleos “de verdad”.
Las universidades españolas se saturan de currículos que no tienen salida ninguna. “El mercado está muy parado”, explica Isabel Beas, directora del área laboral del campus de Riu Sec. En algunos lugares más, en otros menos, el hecho es que los alumnos ven imposibilitada su salida al mercado laboral. Y es la pescadilla que se muerde la cola, si nadie les da una primera oportunidad para demostrar su valía, difícilmente podrán salir del hoyo en el que están metidos.
“Las ofertas buscan, básicamente, un perfil técnico cualificado y con idiomas, para empresas de base tecnológica, o técnico o comercio exterior, además de mantener alguna empresa de construcción”, explica la directora del OIPEP (Oficina de Inserción Profesional y Estancias en Prácticas de la Universidad Jaume I), que se queja de que “el mercado es el que es y lo que se busca es inserción en condiciones, con contratos; y cada vez son más las empresas que se interesan. Empezamos en mayo a recoger currículos, y ya tenemos 1.986; y el principal objetivo, además de la ocupación de nuestros titulados y alumnos, es favorecer el contacto directo con el tejido industrial”.
El paro juvenil está ya por encima del 50%, según las últimas cifras presentadas por Eurostat, y la tendencia negativa no tiene visos de remitir.