Un informe realizado por la organización ATA, que reúne a profesionales autónomos, basándose en datos de Eurostat, afirma que el continente europeo perdió, durante 2011, a más de 200.000 trabajadores autónomos y a la cabeza de estas perdidas se encuentra España, con una reducción de 107.800 autónomos a lo largo del año. Este dato nos dice que el 50% de los trabajadores por cuenta propia que se han perdido en Europa han sido en nuestro país.
Únicamente en once países de la Unión Europea, formada por un total de veintisiete estados, ha crecido el número de trabajadores autónomos, siendo los aumentos más significativos en Alemania, Reino Unido, Holanda y Francia.
Los mayores descensos han tenido lugar, en términos absolutos, en Portugal, Rumania, Estonia y Bulgaria.
El pasado año, los empresarios autónomos se redujeron un 3% dentro del marco de la Unión Europea, mientras que los trabajadores autónomos aumentaron un 0,4%. Esta misma tendencia se apreció en España, que vió incrementadas su cifras de autónomos por cuenta ajena en un 0,1% y una reducción de casi el 11% en los pequeños empresarios autónomos.
En la Unión Europea, algo más del 70% de los autónomos no tiene empleados a su cargo, mientras que un 28,6% ha contratado algún trabajador para la gestión y el desarrollo de su negocio. En España los porcentajes son algo inferiores a la media del continente, con un 68,2% de trabajadores autónomos individuales y un 31,8% que cuenta con empleados en su empresa.
El ranking de países europeos con mayor numero de autónomos no empleadores lo encabeza Rumania, con un 94%, seguido del Reino Unido con casi un 82%, la República Checa con cerca de un 80%, Polonia con un 78% y Grecia con un 75,9%.
Por el contrario, los estados de la Unión Europea donde más relevancia tienen los autónomos con trabajadores a su servicio son Hungría con casi un 46%, Alemania con un 42,5%, Austria con un 42 y Francia con casi un 41%