Son palabras de Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, en la reciente comparecencia en la Comisión de Empleo del Congreso de los Diputados.
Lo cierto es que la palabra utilizada no puede ser de lo más desafortunada, pero lo más importante es el dato que ha calculado el ministerio de Empleo, que prevé que más de la mitad de los nuevos parados a partir del 1 de agosto estarán más de 6 meses sin trabajar.
Hay que recordar que esta medida antidéficit del Gobierno recorta a los parados su prestación por desempleo a partir del séptimo mes, rebajando del 60% al 50% la base reguladora de la prestación. La ministra ha aprovechado esta comparecencia pública para lanzar un “mensaje de tranquilidad” a los ciudadanos y a los más de cinco millones y medio de desempleados, de los que ha dicho que son la principal “preocupación y ocupación” del Gobierno.
Báñez ha subrayado en un “segundo mensaje” a la sociedad española que la duración máxima de la prestación se mantiene en 24 meses, a raíz de que se sopesó “recortar” esta duración máxima a tan solo 18 meses. Para la ministra de Empleo, estas han sido unas “medidas muy reflexionadas” y que se han seleccionado “adecuadamente”, frente a otras alternativas, que eran peores para los ciudadanos.
Además, la titular de Empleo se ha pronunciado sobre el cambio de criterio con los subsidios:
“En el sistema vigente había ineficiencias y lo que hace el Gobierno es reconducir estos subsidios a su verdadera naturaleza”, recordando asimismo que el subsidio, en sus orígenes, iba dirigido a los mayores de 55 años, aunque posteriormente se rebajara la edad de acceso a los mayores de 52 años.