Alemania sigue necesitando mano de obra y no la encuentra dentro de sus fronteras. En concreto necesita unos 200.000 trabajadores, principalmente profesionales sanitarios e ingenieros, para lo que ha pensado lanzar sus redes de reclutamiento en los países del sur de Europa, ya que los trabajadores alemanes están envejeciendo y cada vez resulta más difícil cubrir las necesidades de personal cualificado con trabajadores del país.
En este sentido, el director de la Agencia Federal de Empleo, Frank-Jürgen Weise, afirmó hace unos días que “a largo plazo, el mercado laboral alemán necesitará por lo menos 200.000 extranjeros cada año para que queden cubiertas las necesidades, centradas principalmente en ingenieros, médicos y enfermeros“.
Desde la Agencia Federal de Empleo alemana se sabe del interés que tienen los trabajadores de los países mediterráneos de la Unión Europea por trabajar en el país germano, sobre todo después de que una entidad como el Goethe Institut, el equivalente alemán a nuestro Instituto Cervantes, haya ampliado tanto los cursos de alemán por todos los países europeos.
Weise también ha señalado que los políticos alemanes deben esforzarse por ofrecer una imagen más interesante del país como destino profesional para atraer desempleados con alta cualificación técnica.
Por si esto fuera poco, no solo los ciudadanos del sur de Europa están emigrando a Alemania, sino que también desde los países del este llegan cada vez más, con cifras que este año podrían llegar a los 180.000 trabajadores provenientes de Bulgaria y Rumania, sin que estas llegadas masivas supongan un problema para el bienestar social de Alemania ni contribuyan a un aumento del empleo irregular en el país.
El desempleo en Alemania se sitúa alrededor del 7% y el Ejecutivo central está preparando un redimensionamiento de la administración que dejaría sin trabajo a 17.000 empleados públicos hasta 2015.