Según la última encuesta de población activa (EPA), el trabajo a tiempo parcial ha aumentado en porcentaje debido a la crisis y ya son más de 2,75 millones de personas, un 16,4% de los trabajadores en activo, las que se enmarcan dentro de esta modalidad laboral.
El trabajo a tiempo parcial siempre ha estado asociado a la precariedad y nunca ha tenido éxito en España hasta que las dificultades económicas han hecho que tener trabajo, un trabajo sin más, sin pensar en las horas, en lo que se cotiza e incluso, en lo que se cobra, sea lo más importante. La escasez de puestos de trabajo, unido a la última reforma laboral, que permite realizar horas extraordinarias a estos trabajadores, ha conseguido que este año se hayan firmado 2.291.318 contratos, un 34% de todos los rubricados. Si comparamos las cifras con los años anteriores, el porcentaje de contratos firmados en el 2012 fue de un 31,6% y de un 28,8%, en el 2011.
Para Toni Ferrer, el número dos de UGT, “se está produciendo un trasvase del empleo a tiempo completo al empleo a tiempo parcial”, el empleo se está precarizando. En España no hacen falta los minijobs alemanes, ya está el tiempo parcial”. Desde CC.OO. también llegan quejas, pues Paloma López señala que “la clave del auge está en la reforma y la posibilidad de hacer horas extra, que dan mucho juego. Ahora, para la Inspección de Trabajo es imposible controlar esas horas”.
Desacuerdos también desde la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), pues piensan que “habría que revisar su regulación actual para introducir mayor flexibilidad”.
Por último, y como apuntábamos al principio, el 61% de estos trabajadores han aceptado el contrato porque no se encuentra hoy día nada mejor. Hay que decir también que, según el Instituto Nacional de Estadística, estos puestos son ocupados en su mayoría por mujeres, que siguen cobrando salarios inferiores a los de los hombres.