Los trabajadores de nuestro país que han participado en alguna huelga en lo que va de año han descendido un 81,9% respecto a 2013. Los empleados que se suman mayoritariamente a este tipo de protesta en defensa de sus derechos laborales son, en su mayor parte, aquellos que han sido afectados por reducciones de plantillas anunciadas con anterioridad por sus empresas.
La huelga en nuestro país es ahora mismo un derecho que no ofrece ninguna garantía a los trabajadores y que no utilizan, como en otros tiempos, para reivindicar cambios en sus condiciones de trabajo. La disminución en el número de trabajadores que participan en alguna huelga, más relevante en mayo con una caída del 96,78% y en junio, con un 93,08%, supone que solo 30.000 trabajadores en España han ido a la huelga desde que comenzó 2014.
Los agentes sociales justifican este descenso en el miedo que sienten los trabajadores a que sus empresas tomen represalias por haber participado en alguna huelga, en una coyuntura socioeconómica en el que la duración de la huelga y el coste económico que supone la misma hace más difícil que nunca una alta participación de los empleados.
En comparación con la primera mitad de 2013, el número de huelgas convocadas en nuestro país se ha reducido un 25% y un 61,63% de los mismos se han dado en empresas que habían presentado Expedientes de Regulación de Empleo, momento en el que los trabajadores ya no han aguantado más y han optado por la huelga como método para intentar evitar sus despidos.
En cuanto a las administraciones públicas, la reducción de convocatorias de huelga ha sido superior a la empresa privada, en términos porcentuales, con un descenso del 47,83% en los primeros seis meses de 2014 si comparamos con el mismo periodo de 2013.
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