BBVA Research propuso ayer que la indemnización por despido dependa de la antigüedad del trabajador y de una cuenta de ahorro individual de que disponga el propio empleado, con el objetivo de incentivar la contratación indefinida.
Rafael Domenech, economista jefe de BBVA Research, explicó que esta cuenta sería un fondo de capitalización que solo se usaría en casos de jubilación o despido, similar al modelo austriaco y que se nutriría de aportaciones periódicas de ocho días de salario por año trabajado, por lo que el trabajador tendría su salario habitual y otra parte en diferido que le sería ingresada en esa cuenta de ahorro.
Este fondo de capitalización seria controlado por algún organismo público, preferiblemente la Seguridad Social.
La propuesta forma parte del informe “Observatorio Económico España sobre el mercado laboral” que presentó ayer el BBVA Research. Domenech consideró que este es el momento adecuado para poner en marcha esta medida, siempre que los agentes sociales estén de acuerdo con ella.
En su opinión, la implantación de este modelo serviría para que la empresa no incremente sus gastos y el trabajador mejore su productividad y su confianza, ya que solo se aplicaría para los contratos indefinidos.
Desde BBVA Research descartan que esta propuesta abarate el despido y argumentan que únicamente reduce “la incertidumbre sobre un coste implícito que tiene la indemnización por despido”.
En el caso de que la remuneración del trabajador no supere el Salario Mínimo Interprofesional, BBVA Research sugiere que las aportaciones al fondo de capitalización sean realizadas por la Seguridad Social, lo que equivaldría a bonificar un 2,19% los seguros sociales que corresponde pagar a la empresa.
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